Acabo de encontrar en el bolsillo de la chaqueta de mi padre un breve poema que dice:
“No volverá
ni un segundo
ni un aire
ni uno mismo.
Es lo suyo”
Está firmado por Antonio García Soler, a quien no conozco. La pregunta que me hago es, cómo pudo mi padre, pescador y marinero de una pequeña aldea griega, aficionarse a la poesía. Y entonces recuerdo unos acontecimientos sucedidos hace muchos años, que nos dejaron a todos una profunda huella, y a mi padre, quizás, algún libro de poesía.