Si alguien nos preguntara qué sabemos sobre Drácula, sin duda le contestaríamos que es el vampiro más poderoso. Camuflado bajo la apariencia de un elegante y misterioso conde procedente de Transilvania, este monstruo intenta destruir la especie humana infectándola con el mordisco de sus afilados colmillos. Vive de noche y, durante el día, duerme en un ataúd. Como carece de alma, no se refleja en los espejos. Es rey de las tinieblas y señor de los animales más repugnantes. Puede transformarse en murciélago o en lobo, lo mismo que desvanecerse en el aire. Lo espantan el ajo y el crucifijo pero, para destruirlo, el ritual más eficaz es clavarle una estaca en el corazón. Esta es la imagen popularizada por Hollywood que todos conocemos. Sin embargo, apenas somos conscientes de la forma en que se ha forjado y evolucionado este mito de raíces antiquísimas, ni de cuáles son las razones por las que nos seduce tanto. Vamos a examinar algunos de los aspectos de su rica simbología, para comprobar cómo se han ido articulando a lo largo de los siglos. Al final nos sorprenderá descubrir hasta qué punto somos nosotros mismos el reflejo escondido en la leyenda de Drácula.
El cine no es solo una fábrica de sueños. Como la novela, es también un espejo que se pasea ante la realidad, reflejando todas sus contradicciones. Las películas crean mitos muy potentes, reciclando para ello elementos culturales de muy diverso orden. En la pantalla proyectamos nuestras ilusiones y temores más profundos. El Séptimo Arte es por ello una herramienta clave para averiguar quiénes somos realmente. Cine y Antropología se alían en busca del saber acerca del hombre.
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viernes, 30 de octubre de 2015
DRÁCULA. LAS METAMORFOSIS DEL MITO
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sábado, 22 de agosto de 2015
PASIÓN POR ANIMAR. VAMPIROS, GATOS Y FLORES CARNÍVORAS EN LA OBRA FÍLMICA DE MARÍA LORENZO
Hace unos días dedicábamos una entrada a charlar con la directora de animación María Lorenzo. La propuesta era conocer mejor la personalidad de esta artista polifacética y versátil a través de sus propias palabras. Pero esa semblanza quedaría incompleta sin una visión, siquiera panorámica, de su trayectoria como dibujante, pintora, animadora y miembro de la comunidad académica y, sobre todo, sin revelar las líneas de fuerza que recorren sus cortometrajes y también su producción teórica. Espero que estas reflexiones nos permitan explorar con cierta profundidad su obra, para degustar aún más sus sorprendentes hallazgos.
AMAR EL ARTE
María Lorenzo Hernández nace en Alicante el 29 de octubre de 1977. Desde su más temprana infancia ya resultaba evidente aquello para lo que estaba especialmente dotada por naturaleza: el dibujo, la pintura, el modelado, el diseño…Comienza sus estudios artísticos en la Escuela Municipal de Dibujo y Pintura de Torrevieja, de la mano del pintor alicantino Manuel Balaguer, hacia quien siente una deuda especial de gratitud. Experimenta la técnica del óleo copiando incansablemente a los grandes maestros, para desentrañar sus secretos: sobre todo Leonardo y Velázquez pero también Vermeer, Ghirlandaio, John Singer Sargent, Sorolla…
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sábado, 1 de agosto de 2015
SERENDIPIAS DE VIDEOCLUB
He elegido una extraña palabra para el título de esta entrada: “serendipia”, que no sólo se asocia con las casualidades, sino también con el hallazgo o reconocimiento de un tesoro escondido y a la vez a la vista de todos, listo para causar una revelación.
Mi serendipia de este fin de semana ha sido, pues, seleccionar del videoclub dos títulos que por azar presentaban temas afines; y en concreto uno de ellos, sobre el que me extenderé más, ha supuesto todo un descubrimiento. Me refiero al dúo que inopinadamente componen dos películas pertenecientes a esferas tan diferentes como “El curioso caso de Benjamin Button” (David Fincher, 2008), basada en un relato corto de F. Scott Fitzgerald, protagonizado por Brad Pitt y su doble de animación —que causó sensación en las taquillas y en los Oscar®—; y en segundo lugar, la obra escasamente conocida de Francis Ford Coppola “El hombre sin edad” (Youth Without Youth, 2007), con Tim Roth a la cabeza del reparto, basada en una novela del filósofo e hinduista rumano Mircea Eliade. Este filme fue prácticamente contemporáneo al primero pero, al contrario que aquel, pasó discretamente por la cartelera.
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