En este nuevo Animation Gossip
María Lorenzo nos habla de uno de los pioneros más inusuales de la animación: Charley Bowers. Aquí tenéis el enlace del vídeo: https://vimeo.com/353205158?fbclid=IwAR2Xg-lGlXqtSx0hqV4x4O4UT1Wl_AA6kFamcGStLJrMOzYFdgEDLLmJvxg
Charley Bowers, nacido en
1889 y fallecido en 1946, es un raro ejemplo de animador que, en una vida
relativamente corta, toca todos los palos. Comenzó siendo el principal animador
de uno de los primeros estudios que producía series cartoon en Estados Unidos, el estudio de Raoul Barré, y finalmente
se estableció de forma independiente para realizar un género muy peculiar de
comedia slapstick, donde mezclaba
acción real con animación de personajes en stop-motion.
Parte de la vida de
Bowers tiene aún un halo de misterio. Él afirmaba que de pequeño había
aprendido a caminar por la cuerda floja, y que por esta razón lo raptó el dueño
de un circo, donde estuvo trabajando varios años hasta que lo reconoció su tío.
Gracias a este reencuentro volvió a su casa, donde llegó a tiempo de ver morir
a su padre. Obligado entonces a mantener a su familia, tuvo diversos oficios,
como funambulista, cowboy, domador de
caballos y diseñador de escenarios. Un accidente lo alejó del circo, que cambió
por el teatro, donde solía hacer papeles de niño… porque era bajito.
Si os habéis creído una
sola palabra de esta rocambolesca historia, vamos por buen camino. Por lo menos
sabemos con seguridad que en 1912 estaba dibujando caricaturas para dos periódicos
de Chicago, y que su talento le abrió las puertas de los estudios de animación,
donde trabajaría en adaptaciones de cómics famosos, como Bringing Up Father de Geo McManus.
Hay que decir que en la
década de 1910, al igual que estaba sucediendo en las fábricas de automóviles,
el fordismo se estaba introduciendo en todos los aspectos de la producción
industrial en Norteamérica, y la animación no fue una excepción. Los primeros
estudios de animación que se establecieron en la costa Este de Estados Unidos
implementaron inmediatamente la misma filosofía de división del trabajo,
aumento de productividad y reducción de costes. El aspecto artístico no era
importante; de hecho, se prefería que los animadores vinieran estrictamente del
mundo de la caricatura, y no de las Bellas Artes, precisamente porque las
primeras series americanas de animación se nutrían de los cómics.
El principal estudio de
animación de esta época fue el Bray Pictures Corporation, al que se debe un
método de animación muy proclive a una gran división de tareas: la animación
con acetatos. A éste siguieron el estudio fundado por William Randolph Hearst,
International Film Service; el estudio TerryToons, que sería uno de los más
longevos del mundo; y el estudio de Raoul Barré, donde trabajaría Charley
Bowers.
En el estudio de Raoul
Barré estaban produciendo una famosa serie basada en un cómic de Bud Fisher,
socio y colaborador del estudio. Mutt
& Jeff era un cómic muy popular, y el éxito de la serie de animación,
que se produjo entre 1913 y 1922, no se hizo esperar. Charley Bowers entró a
trabajar en el estudio en 1916, ofreciéndose como socio, pasando a llamarse el
estudio Barré-Bowers.
Hay que decir que, un año
después, Bowers hizo tratos con Bud Fischer a espaldas de Raoul Barré, y al
final echaron a Barré de su propia compañía. Raoul Barré se fue a pintar a su
casa.
La serie de Mutt & Jeff llegó a tener 200
episodios, en los que era frecuente que los personajes la liaran utilizando
máquinas muy sofisticadas para hacer cosas realmente simples, como por ejemplo,
darle la vuelta a las tortitas en la cocina o servir el desayuno. A este tipo
de mecanismos absurdos se les llama máquinas rubegoldbergianas, en honor a su
creador, el dibujante de cómics Rube Goldberg. Era algo parecido al “efecto
mariposa” de El Hormiguero.
Después de disolver su
sociedad con Bud Fisher y acabar los cartoons
de Mutt & Jeff, Charley Bowers se
asoció con el cineasta Harold L. Muller, con quien se trasladó a Nueva York
para rodar una docena de cortometrajes, de los cuales solo han sobrevivido
siete.
Hablaremos ahora de
Bricolo, el personaje creado por Charley Bowers. En sus comedias suelen
fabricarse máquinas ingeniosas que nunca responden como uno espera, y están siempre
protagonizadas por el personaje interpretado por el propio Bowers, Bricolo, una
especie de genio despistado, siempre sin un céntimo, obsesionado a partes
iguales con las mujeres y con la tecnología.
Charley Bowers aportó al
género slapstick un toque de absurda
modernidad, al introducir el bricolaje visionario en casi todas sus tramas. El slapstick es un subgénero de la comedia
que se caracteriza por presentar acciones exageradas de violencia física, pero
sin consecuencias proporcionales. Pero también tiene una fuerte relación con el
humor visual, como sucedía en las películas de Buster Keaton, donde a menudo la
puesta en escena es lo que sirve para crear equívocos y sorpresas.
Las películas mixtas de
acción real y animación de Charley Bowers son un ejemplo de lo que Freud
llamaba “lo inquietante”, lo que no es familiar. Con sus máquinas de fabricar
huevos irrompibles, sus plantas modificadas en que florecen gatos, o sus aves
devoradoras de metal y que ponen coches, el visionario Bowers demostraba que la
vida no le era suficiente y necesitaba desesperadamente la invención. No es
extraño, por tanto, que los Surrealistas adorasen su obra, desde André Breton
hasta Rafael Alberti, que le dedicó un poema:
El
polo negativo no puede ser ni mucho menos
igual
que el positivo
para
la creación de un fantasma.
De
la urgente necesidad de asustar a los niños
y
del deber que tiene un ingeniero de espantar a
todo
trance las hadas
Aisladores,
latones
viejos y muelles rotos de las camas.
Y
tantísimos otros quebraderos científicos, Odette
mía,
para
morir airadamente y a manos de una sardina.
Charles Bowers. Difunto inventor.
*
A partir de los años 30,
la actividad de Charley Bowers se difumina. En esta última época destaca el
publirreportaje Pete-Roleum and his
Cousins (1939), realizado enteramente en stop-motion. Su última película, Wild Oysters, data de 1941. Bowers se dedicó desde entonces a la
ilustración para prensa, hasta que una enfermedad le impidió seguir dibujando,
y finalmente sucumbió.
Pete Roleum |
Charley Bowers fue un realizador con una marcada personalidad, que alcanzó un gran éxito en todo el mundo hacia el final de los años veinte. Sin embargo, sus películas se perdieron y, después de su muerte, quedó relegado al olvido.
Sin embargo, es evidente
que las invenciones de Bowers, caracterizado como Bricolo, se adelantaron a los
productos marca Acme de la Warner, y
también a los cachivaches de dudosa utilidad de Wallace & Gromit. Su figura se reivindicó a partir de 2001,
cuando se descubrieron copias de 15 de sus cortometrajes en Francia. Por esta
razón, y porque aún quedan más películas suyas por redescubrir, Charley Bowers
es una figura fascinante para los historiadores, y un realizador entretenido y
refrescante para todos los públicos.
Bibliografía:
Giannalberto Bendazzi
(2003), 110 años de cine de animación.
Cine
para gourmets (2010), “Charley Bowers, el gran
olvidado” (http://soloparagourmets.blogspot.com.es).
Donald Crafton (1982), Before Mickey: The Animated Film (1898-1928).
Adrián Encinas Salamanca
(2017), Animando lo imposible. Los
orígenes de la animación stop-motion (1899-1945).
Pedro A. Martín (2009), CineAstoria
(https://cineastoria.wordpress.com).
William Solomon (2006), “Charley Bowers and Industrial
Modernity”, Modernist Cultures, Vol.
2 (2).
A Wild Roomer |
Enlaces
a los cortos de Bowers:
-Egged On (1926): https://www.youtube.com/watch?v=rtn2TqXTKzs
-He’s done his best (1926): https://www.youtube.com/watch?v=9hUtkRE-6f8&feature=youtu.be&fbclid=IwAR3PYRrKeKUo0IBaQXBjTkzp8xgZCktLSZ-LVz8BjEzJtTHwZm7sCb7AbtA
-Now You tell one (1926):
-I’t’s a Bird
(1930):
-A Wild Roomer
(1926):
-Many a slip
(1927):
-A Sleepless
Night (1940):
CHARLES
BOWERS, INVENTOR (de Rafael Alberti), 1929.
“La defunción ante mi chaleco de los
más poéticos
bosques
y
la dispersión en bandada de los bellísimos
crepúsculos
mas
la delicadísima luna y los tristísimos ruiseñores.
¿Por
qué este muerto escoge para inclinarse la
izquierda
y
este otro prefiere la derecha?
Pero
a ti te calificaremos de encina.
Mas
tú careces de apellido.
Y
éste quisiera llamarse Carlos,
pero
difunto ciprés.
¿Suspira
usted por el trébol de cuatro hojas y los
airecillos
balsámicos?
Madame,
voici
la poésie:
serrín.
Daría
por resultado la más hermosa fábrica de
palillos
de dientes.
Odette,
mañana
me caso.
Ralladuras
muelas cocodrilo
y
ojitos verdes ocas electrocutadas;
saliva
policía rabioso
mas
consejo ingerir reloj
y
vomitar anillo
poca
importancia agua.
Un
kilo tiene 10 metros
Un
metro vale 20 litros.
Resuelto
totalmente el grave problema que acongoja
a
los ultramarinos.
Huevos
irrompibles.
El
polo negativo no puede ser ni mucho menos
igual
que el positivo
para
la creación de un fantasma.
De
la urgente necesidad de asustar a los niños
y
del deber que tiene un ingeniero de espantar a
todo
trance las hadas
Aisladores,
latones
viejos y muelles rotos de las camas.
Y
tantísimos otros quebraderos científicos, Odette
mía,
para
morir airadamente y a manos de una sardina.
Mecánica.
Amor.
Poesía.
¡Oh!
It is a bird |
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