jueves, 14 de noviembre de 2019

CHARLEY BOWERS. ANIMACIÓN Y LA MODERNIDAD INDUSTRIAL. Animation Gossip 10.


En este nuevo Animation Gossip María Lorenzo nos habla de uno de los pioneros más inusuales de la animación: Charley Bowers. Aquí tenéis el enlace del vídeo: https://vimeo.com/353205158?fbclid=IwAR2Xg-lGlXqtSx0hqV4x4O4UT1Wl_AA6kFamcGStLJrMOzYFdgEDLLmJvxg
Charley Bowers, nacido en 1889 y fallecido en 1946, es un raro ejemplo de animador que, en una vida relativamente corta, toca todos los palos. Comenzó siendo el principal animador de uno de los primeros estudios que producía series cartoon en Estados Unidos, el estudio de Raoul Barré, y finalmente se estableció de forma independiente para realizar un género muy peculiar de comedia slapstick, donde mezclaba acción real con animación de personajes en stop-motion.
Parte de la vida de Bowers tiene aún un halo de misterio. Él afirmaba que de pequeño había aprendido a caminar por la cuerda floja, y que por esta razón lo raptó el dueño de un circo, donde estuvo trabajando varios años hasta que lo reconoció su tío. Gracias a este reencuentro volvió a su casa, donde llegó a tiempo de ver morir a su padre. Obligado entonces a mantener a su familia, tuvo diversos oficios, como funambulista, cowboy, domador de caballos y diseñador de escenarios. Un accidente lo alejó del circo, que cambió por el teatro, donde solía hacer papeles de niño… porque era bajito. 


Si os habéis creído una sola palabra de esta rocambolesca historia, vamos por buen camino. Por lo menos sabemos con seguridad que en 1912 estaba dibujando caricaturas para dos periódicos de Chicago, y que su talento le abrió las puertas de los estudios de animación, donde trabajaría en adaptaciones de cómics famosos, como Bringing Up Father de Geo McManus.



Hay que decir que en la década de 1910, al igual que estaba sucediendo en las fábricas de automóviles, el fordismo se estaba introduciendo en todos los aspectos de la producción industrial en Norteamérica, y la animación no fue una excepción. Los primeros estudios de animación que se establecieron en la costa Este de Estados Unidos implementaron inmediatamente la misma filosofía de división del trabajo, aumento de productividad y reducción de costes. El aspecto artístico no era importante; de hecho, se prefería que los animadores vinieran estrictamente del mundo de la caricatura, y no de las Bellas Artes, precisamente porque las primeras series americanas de animación se nutrían de los cómics. 


El principal estudio de animación de esta época fue el Bray Pictures Corporation, al que se debe un método de animación muy proclive a una gran división de tareas: la animación con acetatos. A éste siguieron el estudio fundado por William Randolph Hearst, International Film Service; el estudio TerryToons, que sería uno de los más longevos del mundo; y el estudio de Raoul Barré, donde trabajaría Charley Bowers.

Raoul Barré
En el estudio de Raoul Barré estaban produciendo una famosa serie basada en un cómic de Bud Fisher, socio y colaborador del estudio. Mutt & Jeff era un cómic muy popular, y el éxito de la serie de animación, que se produjo entre 1913 y 1922, no se hizo esperar. Charley Bowers entró a trabajar en el estudio en 1916, ofreciéndose como socio, pasando a llamarse el estudio Barré-Bowers.

Bud Fischer
Hay que decir que, un año después, Bowers hizo tratos con Bud Fischer a espaldas de Raoul Barré, y al final echaron a Barré de su propia compañía. Raoul Barré se fue a pintar a su casa.



La serie de Mutt & Jeff llegó a tener 200 episodios, en los que era frecuente que los personajes la liaran utilizando máquinas muy sofisticadas para hacer cosas realmente simples, como por ejemplo, darle la vuelta a las tortitas en la cocina o servir el desayuno. A este tipo de mecanismos absurdos se les llama máquinas rubegoldbergianas, en honor a su creador, el dibujante de cómics Rube Goldberg. Era algo parecido al “efecto mariposa” de El Hormiguero.

Máqina rube Goldberg

Después de disolver su sociedad con Bud Fisher y acabar los cartoons de Mutt & Jeff, Charley Bowers se asoció con el cineasta Harold L. Muller, con quien se trasladó a Nueva York para rodar una docena de cortometrajes, de los cuales solo han sobrevivido siete.


Hablaremos ahora de Bricolo, el personaje creado por Charley Bowers. En sus comedias suelen fabricarse máquinas ingeniosas que nunca responden como uno espera, y están siempre protagonizadas por el personaje interpretado por el propio Bowers, Bricolo, una especie de genio despistado, siempre sin un céntimo, obsesionado a partes iguales con las mujeres y con la tecnología.
Charley Bowers aportó al género slapstick un toque de absurda modernidad, al introducir el bricolaje visionario en casi todas sus tramas. El slapstick es un subgénero de la comedia que se caracteriza por presentar acciones exageradas de violencia física, pero sin consecuencias proporcionales. Pero también tiene una fuerte relación con el humor visual, como sucedía en las películas de Buster Keaton, donde a menudo la puesta en escena es lo que sirve para crear equívocos y sorpresas.


Las películas mixtas de acción real y animación de Charley Bowers son un ejemplo de lo que Freud llamaba “lo inquietante”, lo que no es familiar. Con sus máquinas de fabricar huevos irrompibles, sus plantas modificadas en que florecen gatos, o sus aves devoradoras de metal y que ponen coches, el visionario Bowers demostraba que la vida no le era suficiente y necesitaba desesperadamente la invención. No es extraño, por tanto, que los Surrealistas adorasen su obra, desde André Breton hasta Rafael Alberti, que le dedicó un poema:

El polo negativo no puede ser ni mucho menos
igual que el positivo
para la creación de un fantasma.
De la urgente necesidad de asustar a los niños
y del deber que tiene un ingeniero de espantar a
todo trance las hadas
Aisladores,
latones viejos y muelles rotos de las camas.

Y tantísimos otros quebraderos científicos, Odette
mía,
para morir airadamente y a manos de una sardina.
                                                                                Charles Bowers. Difunto inventor. *

A partir de los años 30, la actividad de Charley Bowers se difumina. En esta última época destaca el publirreportaje Pete-Roleum and his Cousins (1939), realizado enteramente en stop-motion. Su última película, Wild Oysters, data de 1941. Bowers se dedicó desde entonces a la ilustración para prensa, hasta que una enfermedad le impidió seguir dibujando, y finalmente sucumbió.

Pete Roleum

Charley Bowers fue un realizador con una marcada personalidad, que alcanzó un gran éxito en todo el mundo hacia el final de los años veinte. Sin embargo, sus películas se perdieron y, después de su muerte, quedó relegado al olvido.
Sin embargo, es evidente que las invenciones de Bowers, caracterizado como Bricolo, se adelantaron a los productos marca Acme de la Warner, y también a los cachivaches de dudosa utilidad de Wallace & Gromit. Su figura se reivindicó a partir de 2001, cuando se descubrieron copias de 15 de sus cortometrajes en Francia. Por esta razón, y porque aún quedan más películas suyas por redescubrir, Charley Bowers es una figura fascinante para los historiadores, y un realizador entretenido y refrescante para todos los públicos.
 
There it is
Bibliografía:
Giannalberto Bendazzi (2003), 110 años de cine de animación.
Cine para gourmets (2010), “Charley Bowers, el gran olvidado” (http://soloparagourmets.blogspot.com.es).
Donald Crafton (1982), Before Mickey: The Animated Film (1898-1928).
Adrián Encinas Salamanca (2017), Animando lo imposible. Los orígenes de la animación stop-motion (1899-1945).
Pedro A. Martín (2009), CineAstoria (https://cineastoria.wordpress.com).
William Solomon (2006), “Charley Bowers and Industrial Modernity”, Modernist Cultures, Vol. 2 (2).

A Wild Roomer


Enlaces a los cortos de Bowers:


-Now You tell one (1926):

-I’t’s a Bird (1930):

-A Wild Roomer (1926):

-Many a slip (1927):

-A Sleepless Night (1940):

 
It ´s a bird

CHARLES BOWERS, INVENTOR (de Rafael Alberti), 1929.
La defunción ante mi chaleco de los más poéticos
bosques
y la dispersión en bandada de los bellísimos
crepúsculos
mas la delicadísima luna y los tristísimos ruiseñores.
¿Por qué este muerto escoge para inclinarse la
izquierda
y este otro prefiere la derecha?
Pero a ti te calificaremos de encina.
Mas tú careces de apellido.
Y éste quisiera llamarse Carlos,
pero difunto ciprés.
¿Suspira usted por el trébol de cuatro hojas y los
airecillos balsámicos?
Madame,
voici la poésie:
serrín.

Daría por resultado la más hermosa fábrica de
palillos de dientes.
Odette,
mañana me caso.

Ralladuras muelas cocodrilo
y ojitos verdes ocas electrocutadas;
saliva policía rabioso
mas consejo ingerir reloj
y vomitar anillo
poca importancia agua.
Un kilo tiene 10 metros
Un metro vale 20 litros.

Resuelto totalmente el grave problema que acongoja
a los ultramarinos.
Huevos irrompibles.

El polo negativo no puede ser ni mucho menos
igual que el positivo
para la creación de un fantasma.
De la urgente necesidad de asustar a los niños
y del deber que tiene un ingeniero de espantar a
todo trance las hadas
Aisladores,
latones viejos y muelles rotos de las camas.

Y tantísimos otros quebraderos científicos, Odette
mía,
para morir airadamente y a manos de una sardina.

Mecánica.
Amor.
Poesía.
¡Oh!

Del libro de Alberti Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, 1929.

It is a bird


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