En este nuevo Animation Gossip,
María Lorenzo nos hablará de uno de los estudios más influyentes de la historia
de la animación, los estudios Warner. Recordaremos a los míticos Looney Tunes y
las Merry Melodies que son el paisaje mental de fondo de unas cuantas
generaciones de televidentes y a todos los inolvidables personajes que lo
poblaban: Bugs Bunny, Elmer Gruñón, Porky, el Pato Lucas, Piolín y Silvestre...y asus geniales creadores. Hablaremos de la edad de oro del cartoon norteamericano.Aquí
tenéis el enlace para ver el vídeo: https://vimeo.com/353630707?fbclid=IwAR34Dwc8vPjinY8nSGKWgdRYsbFQP0w3aOE_xA3CwWHp6pBls7yVpNfco8k
El origen de los estudios Warner se
remonta a 1930, cuando dos animadores, Hugh Harman y Rudolph Ising, comenzaron
a realizar las series Looney Tunes y Merrie Melodies para el productor Leon
Schlesinger (1884-1949), y que serían distribuidas por Warner Bros. Los
estudios de animación Warner, propiamente dichos, se fundaron en 1933 y, aunque
cerraron y reabrieron sus puertas repetidas veces durante los años 50 y 60, la
producción de dibujos animados Warner, en realidad, nunca se ha interrumpido.
La época dorada del estudio
abarca desde los años 30 hasta bien entrados los 50. En estas décadas
trabajaron como directores de animación figuras tan importantes como Tex Avery,
Friz Freleng, Frank Tashlin, Bob Clampett, Robert McKimson o Chuck Jones,
aunque el éxito de Warner no se debió tanto a sus talentos individuales como a
la capacidad que tuvieron para componer los pequeños equipos que produjeron los
cartoons más rápidos y baratos de Hollywood.
Los estudios de animación Warner
deben principalmente su fama a la consolidación de su propio Star System:
personajes como Bugs Bunny, Elmer Gruñón o el cerdito Porky estuvieron
presentes prácticamente desde el origen del estudio, pero su diseño y
personalidad evolucionaron con él, adaptándose a los nuevos tiempos conforme se
iban haciendo cargo de ellos los diferentes directores de animación.
Es muy difícil afirmar con
precisión qué personaje fue inventado por quién. Lo que sí es cierto es que
todos son parte de una creación colectiva. Por ejemplo, cuando Tex Avery
definió las personalidades de Bugs Bunny y del pato Lucas, ambos eran muy
semejantes y tenían reacciones muy alocadas. Más adelante, en manos de otros
directores y, especialmente, de Chuck Jones, sus personalidades se convierten
en antagónicas: Bugs Bunny se convierte en esa persona ingeniosa y de
reacciones calculadas que todos querríamos ser, mientras que el pato Lucas es
ese tipo irritable, mezquino y fácil de provocar… que somos casi todos.
Uno de los directores más
veteranos del estudio fue Friz Freleng (1906-1995), que fue también el más
premiado, llegando a ganar cuatro Oscars. A él se debe la creación de
personajes como Piolín, el gato Silvestre o el iracundo Sam Bigotes.
Friz Freleng era de Kansas,
prácticamente paisano de Walt Disney, y de hecho dio sus primeros pasos en la
animación con él, animando las comedias de Alice y las del conejo Oswald.
Pronto fundó su propio estudio junto con Harman y Ising, y cuando éste cerró
por disputas económicas con Leon Schlesinger, Freleng fue promocionado a
director principal de los estudios de animación Warner.
Friz Freleng |
Freleng definiría pronto la línea
del estudio con el cartoon I Haven’t Got
a Hat (1935), dándole una poderosa caracterización al personaje de Porky. A
partir de los años 40, el acting de los personajes animados por Freleng y su
equipo ya era equiparable a la calidad de Disney, y decidió centrarse en los
cartoons de Bugs Bunny y en los de los personajes que él mismo había creado,
dando lugar a cartoons como Tweety Pie
(1947), el oscarizado Bird Anonymous
(1957), y también la saga de Speedy González.
Pero la carrera de Friz Freleng
no se limitó a Warner. Tras la bancarrota de los estudios en 1963, Freleng y su
compañero David DePatie fundaron su propia empresa, con la que empezarían a
producir el famoso programa de televisión The
Pink Panther Show.
Bob Clapmett |
El productor del estudio Warner, Leon Schlesinger, vigilaba mucho los presupuestos, pero daba libertad creativa a sus directores. Así se puede entender que Bob Clampett (1913-1984) realizara aportaciones tan singulares a la animación Warner, con un altísimo grado de surrealismo.
Bob Clampett fue el creador de
los primeros muñecos de Mickey Mouse, aunque se inició en la animación gracias
a Friz Freleng, con quien colaboró en numerosos cartoons. A él se debe el
primer diseño de Porky, y en 1937 se convirtió en director de animación en
Warner.
Durante los nueve años que siguió
trabajando en Warner, Bob Clampett realizó los cartoons más violentos, alocados
y transgresores de la compañía, no exentos, a menudo, de caricaturas étnicas (Coal Black and de Sebben Dwarfs, 1943; Russian Rapsody, 1944). La influencia de
Clampett fue determinante para que la compañía Warner se alejara
definitivamente de los caminos marcados por Disney y se distinguiera por su
atrevido sentido del humor. (Porky in
Wackyland, 1938)
Sin embargo, si pensamos en los
cartoons de la Warner, probablemente los primeros que nos vengan a la cabeza
sean los que dirigió Chuck Jones.
Chuck Jones |
Chuck Jones (1912-2002) decía que se dedicó a la animación porque creció cerca de los estudios de Hollywood, y tenía un lápiz. Se inició en la animación como ayudante de Ub Iwerks, y en 1933 se introdujo en Warner. Su estilo evolucionó con los años, llegando a utilizar con frecuencia la animación selectiva (The Dover Boys, 1942) y un sentido del humor cada vez más sofisticado.
Además, a Chuck Jones le iba la
marcha porque, aunque no era un empleado de Disney, en 1941 pasó mucho tiempo
apoyando a los piquetes de huelga de la compañía.
En 1944, sin abandonar Warner,
dirigió un corto para la United Productions of America, que promocionaba a la
reelección del presidente Roosevelt (Hell-Bent
for Election). Sin duda, Chuck Jones fue el director más abierto e
intelectual que tuvo la Warner, y aunque creó personajes tan icónicos como
Coyote y Correcaminos, Marvin el Marciano o Pepe Le Pew, no dudó en animar un
buen número de cortometrajes que no formaban partes de series, sino que
exploraban ciertas premisas de la manera más cómica posible, dejándonos escenas
realmente memorables (Feed the Kitty, 1952; A Froggy Evening, 1955).
Maurice Noble |
Chuck Jones compuso un potente
dúo con Maurice Noble (1911-2001), un antiguo concept artist de Disney, y que
se convertiría en su colaborador de por vida. Noble interpretaba visualmente
los guiones de Jones, aportando todo tipo de gags, y también redefinió la
dirección de arte de la compañía, adoptando la simplicidad del diseño moderno.
What´s Opera, Doc?, 1957 |
Tras su salida de Warner Bros en
1962, Chuck Jones fundó Sib Tower 12 Productions, con el que produjo
mediometrajes y series de televisión la Metro Goldwin Mayer, tales como Tom y Jerry y especiales como El Grinch (1966). En 1965 obtuvo un
Oscar por su estilizado cortometraje The
Dot and the Line (1965), y en 1996 recibió otro honorífico por su labor en
la industria cinematográfica. Chuck Jones no se retiró nunca.
El Grinch |
La influencia de los estudios Warner en la cultura popular es inconmensurable. Los estudios debieron su éxito a un buen número de comedias protagonizadas por personajes carismáticos, que gustaron a pequeños y mayores y que, gracias al imperio comercial del que forman parte, han seguido vivas tras muchas generaciones. Y ahora sí, esto es todo, amigos.
Referencias bibliográficas:
Michael Barrier (1999), Hollywood
Cartoons: American Animation in Its Golden Age.
Giannalberto Bendazzi (2003), 110 años de cine de animación.
Chuck Jones (1991), “What’s Up, Down Under?
Chuck Jones Talks at The Illusion of Life Conference”, en Alan Cholodenko, The Illusion of Life. Essays on Animation.
Margaret Selby
(2000), Chuck Jones extremes & inbetweens. A life in animation.
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